Publicado en el diario Expreso el 12 de abril de 1991.
Dos leves oscilaciones de luz y apagón ad portas. Corremos a buscar las velas, pero ya es demasiado tarde. Se produjo el apagón total.
Así fue el viernes pasado, fecha escogida por los chicos malos para hacer otra de las suyas. Simultáneamente con el apagón se escucharon varias explosiones, cada vez más cercanas. Sin querer me vino a la memoria el título de la novela Arde París. Como vivo a tres cuadras de la embajada del Japón, y el olor a pólvora saturaba el ambiente, me parecía que estábamos en el Arde Lima, y a un paso del terror total.
Busqué la radio a pilas para enterarme de lo que ocurría, y ahí estaba, como siempre, la voz tranquilizadora de Mihua, experto en calmar nerviosismos y en conectar a personas que quieren comunicarse con sus familiares.
Entre una y otra llamada no faltó alguna con trasfondo político, que Mihua supo sortear con gran habilidad.
De pronto, una señora de La Molina dijo algo diferente: “aquí estamos sin luz, pero podemos ver que el cielo está luminoso y que hay muchas estrellas”.
Salí a la puerta y, efectivamente, era una noche clara, con el cielo tachonado de estrellas. Por las calles transitaban velozmente algunos carros, que dejaban huellas de luz a su paso, y uno que otro transeúnte apurado.
La radio seguía informando de dinamitazos en agencias bancarias, gente atrapada en los ascensores, tráfico congestionado por falta de semáforos.
Algunos miembros de mi familia no habían llegado todavía y, lógicamente, no podía evitar la preocupación. Sin embargo, la voz de la señora de La Molina me repetía: “hay muchas estrellas”.
En lugar de ceder a una fácil angustia, volví a mirar el cielo y sus Innumerables lucecitas, para recordar que, hagamos lo que hagamos y pase lo que pase, la vida continúa, la naturaleza sigue su camino, la belleza perdura. El breve mensaje de una señora optimista permitió que cambiara un momento de temor por una reflexión de paz. Siempre habrá estrellas, aunque nos rodee la oscuridad.
Dos leves oscilaciones de luz y apagón ad portas. Corremos a buscar las velas, pero ya es demasiado tarde. Se produjo el apagón total.
Así fue el viernes pasado, fecha escogida por los chicos malos para hacer otra de las suyas. Simultáneamente con el apagón se escucharon varias explosiones, cada vez más cercanas. Sin querer me vino a la memoria el título de la novela Arde París. Como vivo a tres cuadras de la embajada del Japón, y el olor a pólvora saturaba el ambiente, me parecía que estábamos en el Arde Lima, y a un paso del terror total.
Busqué la radio a pilas para enterarme de lo que ocurría, y ahí estaba, como siempre, la voz tranquilizadora de Mihua, experto en calmar nerviosismos y en conectar a personas que quieren comunicarse con sus familiares.
Entre una y otra llamada no faltó alguna con trasfondo político, que Mihua supo sortear con gran habilidad.
De pronto, una señora de La Molina dijo algo diferente: “aquí estamos sin luz, pero podemos ver que el cielo está luminoso y que hay muchas estrellas”.
Salí a la puerta y, efectivamente, era una noche clara, con el cielo tachonado de estrellas. Por las calles transitaban velozmente algunos carros, que dejaban huellas de luz a su paso, y uno que otro transeúnte apurado.
La radio seguía informando de dinamitazos en agencias bancarias, gente atrapada en los ascensores, tráfico congestionado por falta de semáforos.
Algunos miembros de mi familia no habían llegado todavía y, lógicamente, no podía evitar la preocupación. Sin embargo, la voz de la señora de La Molina me repetía: “hay muchas estrellas”.
En lugar de ceder a una fácil angustia, volví a mirar el cielo y sus Innumerables lucecitas, para recordar que, hagamos lo que hagamos y pase lo que pase, la vida continúa, la naturaleza sigue su camino, la belleza perdura. El breve mensaje de una señora optimista permitió que cambiara un momento de temor por una reflexión de paz. Siempre habrá estrellas, aunque nos rodee la oscuridad.
Recuerdo esos días, pero no los añoro en absoluto. Espero que nunca vuelvan, que los niños de hoy no sepan qué es un apagón, ni una torre alta tensión ni el significado de coche bomba.
ResponderEliminarHaces bien en recordarnos estos tristes episodios de nuestra historia bastante reciente.
Casi me olvido: te doy la bienvenida al mundo de los blogs.
EliminarGracias Gabriela por la bienvenida. Y es cierto, fueron malos tiempos que no volverán.
EliminarEste bello tìtulo que recuerda un hecho pasado tràgico de Lima es también un mensaje de esperanza para el momento de crisis actual que en Europa estamos viviendo, y no solo en Europa. Siempre habrà estrellas y ojalà no vuelvan nunca màs aquellas pesadillas a vuestro paìs.
ResponderEliminarUn saludo animoso de bienvenida a la blogosfera desde Venecia. Tu espacio promete ser muy interesante
Chusa
Esperemos que vengan tiempos mejores para todos, Chusa. Gracias por la bienvenida y ya nos leeremos con frecuencia... espero.
EliminarBello... y te hace pensar. Me alegra mucho que empieces ese blog.
ResponderEliminarporque siempre escribiste lindo y por MUCHAS mas razones.
Un beso
Gracias por la bienvenida y por leerme. Sé que voy a contar contigo siempre.
EliminarBienvenida a nuestro mundo mágico, donde los amigos del mundo están cerca a ti sin cruzar los mares.
ResponderEliminarEstoy feliz de que al fin te animaras a publicar todo lo que guardas en el baúl de los recuerdos, siempre te dije que escribes muy bonito y que no era justo que no volvieras a escribir usando la nueva tecnología, !el mundo de los blogs es maravilloso !.
Tu primer post, es un recordar lo que muchos olvidaron o no vivieron, es por ello muy importante en estos días, en que parece que tratan de volver, y los jóvenes los creen "los chicos buenos"
Te quiero amiga de toda una vida, y te felicito, ya eres parte del mundo de la blogosfera.
Cariños,
María del Carmen
Así es, por fin me animé y te hice caso. Gracias por tus palabras de ánimo y aliento. Desde ahora somos colegas doblemente... además de comadres y amigas de toda la vida. Nos encontraremos con frecuencia en la blogosfera, te lo prometo.
EliminarBienvenida mil rostros de la ciudad. Magnifica entrada, mil rostros, aunque yo pase esos tiempos exiliado en Chile, llegue a conocer en vivo parte de esos aciagos dias como cuando entraron los chicos malos a mi casa y ametrallaron a toda mi familia. Felizmente, Taita Dios impidio heridos que lamentar. Sé quien eres, y se me revientan los botones de la camisa del orgullo que tengo de que seas parte del mundo de los bloggers, porque eres excepcional y unica. Ya se daran cuenta los que sean tus lectores de lo que estoy diciendo.
ResponderEliminarCyrano, me siento abrumada por tus palabras. Y gracias por compartir una experiencia tan desagradable como la que vivió tu familia. Vamos a voltear la página y esperar que solo pasen cosas buenas en nuestro país, aunque es bueno recordar de vez en cuando lo malo para que no se repita.
EliminarCon permiso de la creadora de este blog, querría transmitir a Cyrano cuánto siento que tuviera que vivir esa experiencia tan horrible. Desde aquí te mando un abrazo fortísimo.
EliminarLaly
Qué bueno que estés en ese mundo , me alegra que tengas ese pasatiempo porque sé que para tí es parte de tu vida. Me gustó este tema por varias razones: porque pones sobre el tapete motivos para seguir viviendo con OPTIMISMO, a pesar de tener presente momentos dolorosos; porque es la ocasión de recordar de esos actos de terrorismo, pidiendo a Dios que nunca vuelvan a suceder y porque para que esos jóvenes que no lo vivieron en carne propia sepan lo que verdaderamente ocurrió y parece que nunca nadie les contó la verdad.
ResponderEliminarEfectivamente, la memoria es muy frágil. Pero también es bueno tener siempre esperanzas de un futuro mejor. Gracias por tus palabras
EliminarSaludos de USA.
ResponderEliminarBienvenida al maravilloso mundo de los blogs!Por fin, una co-
municacion cercana contido.No entiendo por que, no lo habias
hecho antes. Siempre te considere una gran escritora.Bueno ya
estas aqui y aqui te vas a quedar. Estas educando a la nueva
generacion y a los que no estuvimos presente, por estar lejos
de nuestro pais y que apenas pudimos enterarnos, por un rela-
to brevisimo en los medios de comunicacion. Me encanto tu en-
trada! Un abrazo apretadismo.
Cotiti.
Otro para ti,y seguiremos en contacto, como siempre. Gracias por tu respuesta y ojalá, de verdad, sirvan de algo estos recuerdos de nuestro pasado reciente.
EliminarBuenos días desde Málaga (España) y bienvenida.
ResponderEliminarSiempre resulta impactante conocer hechos tan dolorosos de mano de personas que los vivieron directamente y no cómo una breve noticia de un periódico o un telediario. Por eso te agradezco esta entrada, y sobre todo por esas luminosas estrellas que nos muestras y que nos van a acompañar en todos los momentos críticos que vivamos.
Espero de todo corazón que disfrutes de este mundo de la blogosfera tanto como yo, y de los buenos compañeros que por aquí puedes encontrar.
Nos seguiremos leyendo...
Un beso
Laly
Gracias Laly por visitarme y por tu comentario. Ya nos seguiremos viendo en la blogosfera, te lo aseguro. Hasta pronto.
EliminarHola, vuelvo a leerte, ayer pensando que es maravilloso que tengas tu blog, recordaba cuando nos conocimos a los 16 años, dos dolescentes que enseguida supimos que teníamos muchas cosas en común, y así fue.
ResponderEliminarLa fecha de inicio de tu primer post, me encanta, domingo 7, mi número preferido, y cuando nombras las estrellas, recuerdo cuando me decías: "Si de noche lloras por el sol, no podras ver las estrellas ".
Te deseo dulces sueños.
María del Carmen
Gracias una vez más María del Carmen. Tantos recuerdos no caben en un blog. Pero vamos a intentarlo. Muchos cariños.
ResponderEliminarGenial este nuevo blog de impresiones, de vivencias
ResponderEliminarBienvenida al mundo bloguero¡
Myriam, muchas gracias por la bienvenida y me alegra saber que te gustó la entrada. Nos seguiremos encontrando en este mundo extraordinario.
EliminarMenudo susto te debiste llevar, o a lo mejor ya estás acostumbrada, aunque no creo que nadie se acostumbre a estas cosas. Bueno espero que ´te vaya muy bien con tu nuevo blog. Un abrazo
ResponderEliminarEsto ocurrió hace más de 20 años. Gracias a Dios ahora no pasan estos hechos terribles, pero es bueno recordarlos de vez en cuando. Muchas gracias por visitarme en el blog.
EliminarEntro con frecuencia a este blog y me apena ver que hace días que no tiene novedades. Espero que vuelvas a publicar pronto.
ResponderEliminarGracias Anónimo. Gracias por tus amables palabras. Me haces retomar la intención de sumarme a este mundo de la blogósfera. Te prometo volver y compartir mis recuerdos. Hasta pronto.
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